Aunque los mercados suelen ser impredecibles, existen tendencias en su movimiento que muchas empresas aprovechan. A estas tendencias se las suele llamar ciclos y las acciones más importantes representan la mayoría de las ganancias y pérdidas durante ese tiempo. Sin embargo, existen formas de comprar acciones que pueden resguardar nuestro portafolio de situaciones impredecibles o complejas.
En este caso, hablamos de las acciones anticíclicas, las cuales representan sectores que mantienen ingresos más o menos constantes durante todo el año y cuyo valor suele mantenerse en un rango predecible.
¿Qué es una acción anticíclica?
Las acciones en la bolsa representan diversos sectores, categorías de negocio y tecnologías, pero entre todos los grupos de acciones hay unas que se diferencian por su prevalencia. Esta clase de acciones suelen estar formadas por empresas que venden productos que suelen ser necesarios, sin importar el estado de la economía o los problemas globales. La demanda por estos productos suele mantenerse más o menos estable y sus ingresos también.
Por ello, algunas de estas empresas suelen vender productos que se consideran como necesarios siempre, incluyendo alimentos, consumibles y productos sanitarios.
Por su naturaleza, comprar acciones de esta clase suele representar que decidimos evitar riesgos de mercado y mantener nuestra exposición en acciones menos volátiles.
Contra los ciclos económicos
Los ciclos económicos son periodos marcados por ciertas tendencias que se reflejan en la bolsa de valores. Un momento de crecimiento económico e inflación baja se reflejará en mercados positivos y alza en las acciones, mientras que periodos de incertidumbre y con mayor inflación se presentarán con acciones a la baja.
Aunque estos periodos afectan a toda la economía, las acciones anticíclicas se suelen encontrar en una posición intermedia. Mientras una caída profunda puede ser dañina en ciertas empresas, acciones de este tipo suelen soportar con pérdidas menores.
En este sentido, las ventas globales de productos electrónicos pueden estar a la baja por condiciones económicas, pero el pago de servicios o los alimentos suelen tener una demanda estable todo el año sin importar factores como inflación, tasas de interés, políticas públicas, entre otros.
Acciones anticíclicas
Las acciones conocidas por su estabilidad anticíclica suelen representar sectores muy tradicionales y con empresas que crecen muy poco, pues la innovación y el crecimiento no es su objetivo. Sin que ninguna de estas represente una recomendación, empresas como Johnson & Johnson (JNJ), PepsiCo (PEP), Procter & Gamble (PG) y Coca-Cola (KO) son las más populares como defensa ante ciclos económicos complejos.
Por su actividad, estas empresas están profundamente diversificadas y sus productos suelen cubrir necesidades básicas, lo que las convierte en preferidas de muchos inversionistas.
Sin embargo, su actividad no es ajena a los riesgos de mercado, con empresas como Coca-Cola y PepsiCo tratando de reducir el contenido de azúcar en sus bebidas o limitar sus emisiones con plásticos de un solo uso; mientras que Procter & Gamble y Johnson & Johnson pueden sufrir demandas por daños ocasionados con productos farmacéuticos.
Riesgos de invertir en acciones anticíclicas
Aunque su estabilidad pueda parecer constante, comprar acciones anticíclicas también conlleva riesgos. Aunque estas empresas suelen lidiar con competencia muy limitada en el mercado, problemas económicos, como la recesión, el desempleo o la inflación las afectan de igual manera.
Por ello, crisis como la pandemia de 2020 o la alta inflación de 2023 también impactaron negativamente a las empresas de esta clase.
Al mismo tiempo, cambios en los patrones de consumo o crisis específicas pueden ser un problema, como sucede con Philip Morris (PM) en su reto por esquivar los riesgos del consumo de tabaco, o Walmart (WMT), amenazada por plataformas de e-commerce que compiten en precios.
Comprar las acciones correctas
Aunque existen diversas empresas, siempre es importante que tengamos en cuenta nuestros objetivos de inversión y nuestro perfil de riesgo antes de comprar acciones. Por ello, la existencia de acciones anticíclicas, o también llamadas “defensivas”, no significa que exista un mecanismo para evitar pérdidas.
Sin embargo, esta clase de activos han sido reconocidos como una alternativa para controlar ciertos riesgos que están asociados a otras empresas, mucho más atractivas e innovadoras, pero más expuestas a la volatilidad.
Una decisión de inversión siempre debe estar acompañada de las preguntas ¿qué es lo que espero en el largo plazo? Y ¿Cuánto riego puedo soportar?, pues sólo el tiempo dirá si nuestras decisiones son correctas y si nuestra paciencia será recompensada.